La ingeniería social, la técnica más usada por los ciberdelincuentes

Cuando hablamos sobre ciberdelincuencia, la visión de la gran mayoría de usuarios gira en torno a complejos códigos maliciosos creados ex profeso para atacar una organización en concreto. Pero en realidad, la ciberdelincuencia no opera generalmente de esta manera. El principal motivo es que ese tipo de ataques requieren una inversión de tiempo, recursos humanos y económicos muy elevados. La mayoría de ciberataques se centran en atacar al mayor número de víctimas, con la menor inversión posible. Para conseguirlo, se utiliza una de las técnicas preferidas por los ciberdelincuentes: la ingeniería social.
La ingeniería social basa su comportamiento en una premisa básica: es más fácil manejar a las personas que a las máquinas. Para llevar a cabo este tipo de ataque se usan técnicas de manipulación psicológica con el objetivo de conseguir que los usuarios revelen información confidencial o realicen cualquier tipo de acción que pueda beneficiar al ciberdelincuente.
Los ataques de ingeniería social usan como canal principal para su propagación el correo electrónico gracias a su uso masivo tanto por empresas, como por particulares. Pero no es la única vía de la que hacen uso los ciberdelincuentes, ya que pueden utilizar otros canales de comunicación como llamadas telefónicas, aplicaciones de mensajería, redes sociales, etc.
Son muchas las formas en las que los cibercriminales usan la ingeniería social para hacer que el internauta caiga en su trampa, algunas de ellas son:
- Por correo electrónico, phishing. Hacen llegar un mail, donde se hacen pasar por instituciones de confianza y consiguen que se compartan contraseñas, números de tarjeta de crédito y diferente tipo de información confidencial.
- Vía teléfono, vishing. Este método hace uso de las llamadas de teléfonos o mensajes de voz para engañar y llegar a información sensible.
- Por redes sociales. Las redes forman parte de la mayor parte del día a día de los ciudadanos, por eso los estafadores acceden a la información de los usuarios mediante enlaces fraudulentos o contactando con ellos por medio de mensajes.
- Mediante unidades externas (usb), baiting. Este consiste en el abandono de un dispositivo de almacenamiento extraíble infectado, que al conectarlo a un terminal introduce un software malicioso.
- A través de SMS, smishing. La técnica reside en el envío de un mensaje de texto donde se simula ser una entidad legítima, con el objetivo de robar información privada o realizar un cargo económico.
El haber sido víctima de cualquiera de las estafas anteriores tiene consecuencias muy peligrosas para los usuarios, Por ello, aquí tienes una serie de recomendaciones para evitar este tipo de ataques:
- Siempre que se reciba cualquier documento se debe verificar su procedencia.
- No hay que descargar documentos del que se desconozca el contenido.
- No hacer clic en enlaces sospechosos recibidos por correo electrónico.
- No se debe revelar información confidencial ni datos personales.
- Es recomendable tener un antivirus instalado y actualizado en los dispositivos digitales.
- Hay que ser precavidos al revelar información en redes sociales, lo mejor es no difundir datos personales.
- Recordar que las entidades u organismos nunca solicitan contraseñas, números de tarjeta de crédito o cualquier otra información personal.
- El sentido común y ser precavidos siempre serán los mejores aliados.






